Corea del Norte destruye carreteras clave que conectan con el Sur
El ejército norcoreano detona vías intercoreanas, cortando las conexiones terrestres con Corea del Sur, tras el anuncio de cierre de fronteras por motivos de seguridad.
En un nuevo episodio de tensiones entre las dos Coreas, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur confirmó este martes que parte de las carreteras que conectan ambos países fueron destruidas por explosiones ejecutadas por Corea del Norte. Las detonaciones, que ocurrieron al norte de la Línea de Demarcación Militar, afectaron las rutas de las líneas Gyeongui y Donghae, que unen ambos territorios por medio de carreteras y ferrocarriles.
«El Ejército norcoreano llevó a cabo detonaciones que, se supone, tenían como objetivo cortar las carreteras de Gyeongui y Donghae en torno al mediodía, y está realizando actividades adicionales utilizando maquinaria pesada», informaron las autoridades militares de Corea del Sur.
Estas vías representan la principal conexión terrestre entre los dos países: la línea Gyeongui, que une la ciudad de Paju, en Corea del Sur, con Kaesong, en Corea del Norte, y la línea Donghae, que recorre la costa este. Estos enlaces han sido, históricamente, puntos estratégicos para el comercio y las comunicaciones entre ambas naciones, aunque en los últimos años su uso ha sido limitado por las tensiones políticas.
El incidente se produce en medio de un contexto ya delicado, luego de que Corea del Norte anunciara el miércoles pasado el cierre de sus fronteras con el Sur. Este movimiento fue justificado como una medida de seguridad, tras denuncias del gobierno norcoreano sobre el uso de drones surcoreanos en su espacio aéreo, particularmente sobre su capital, Pyongyang.
El uso de drones por parte de Corea del Sur ha sido un punto álgido en las relaciones entre ambas naciones. Las autoridades surcoreanas niegan el espionaje con estos dispositivos, pero el régimen de Kim Jong-un considera estas acciones como violaciones flagrantes de su soberanía y una amenaza a su seguridad nacional.
La destrucción de las carreteras intercoreanas también ha sido interpretada como una forma de cortar cualquier posible canal de diálogo o cooperación entre los dos países. Las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur han sufrido un notable deterioro en los últimos años, con escasos avances en las conversaciones diplomáticas y recurrentes episodios de tensión militar.
El cierre de fronteras y las explosiones ocurren en un momento en que las dos Coreas ya están inmersas en una profunda desconfianza mutua, con el Sur reforzando sus alianzas con Estados Unidos y el Norte endureciendo su retórica y acciones contra su vecino. La situación sigue siendo extremadamente volátil, con la comunidad internacional observando de cerca los próximos movimientos en la península coreana.