México destruye 33 ‘monstruos’ blindados de grupos criminales

La Fiscalía de Tamaulipas destruyó en Reynosa vehículos artesanales blindados confiscados en enfrentamientos con grupos criminales; operativos se alinean al Programa de Bienes y Objetos del Delito.

En un esfuerzo por debilitar la capacidad operativa de los grupos criminales, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas llevó a cabo la destrucción de 33 vehículos blindados artesanales, conocidos popularmente como «monstruos». Estas unidades fueron incautadas en diversos operativos y enfrentamientos en la ciudad de Reynosa y otras áreas de Tamaulipas, un estado históricamente afectado por actividades delictivas ligadas al narcotráfico y el crimen organizado.

Los vehículos destruidos están relacionados con 29 expedientes judiciales, según informaron las autoridades locales. La mayoría de estos automotores presentaban modificaciones realizadas por los propios grupos criminales, quienes utilizan blindajes artesanales para resistir impactos de alto calibre durante los enfrentamientos armados. Este tipo de vehículos ha sido característico en los conflictos entre bandas delictivas y fuerzas de seguridad en la región, desempeñando un rol crucial en su logística de ataque y defensa.

La Fiscalía explicó que la destrucción de estos «monstruos» se realizó en el marco del Programa Destino de Bienes y Objetos del Delito, cuyo propósito es reducir la disponibilidad de recursos y herramientas que los criminales emplean para la comisión de ilícitos. Esta iniciativa contempla no solo la incautación, sino la posterior destrucción de elementos como vehículos, armas, o infraestructura, en aras de desarticular las operaciones de estas organizaciones delictivas.

La diligencia de destrucción fue supervisada por el Ministerio Público Federal, peritos oficiales y personal del Órgano Interno de Control de la Fiscalía General de la República (FGR). Las autoridades se encargaron de verificar que todos los pasos del proceso cumplieran con la normativa aplicable, garantizando la transparencia y legalidad de la operación.

Estos vehículos tipo «monstruo» no solo representan una amenaza en términos de logística criminal, sino que son un símbolo del poder y de la intimidación que buscan proyectar los grupos delictivos en zonas donde ejercen control territorial. Con este tipo de medidas, el gobierno federal y estatal intenta desmantelar los recursos de los cárteles en Tamaulipas, región que ha sido un bastión clave en los conflictos armados entre bandas y contra las fuerzas de seguridad.

La destrucción de estos vehículos es un mensaje directo contra la violencia y los recursos del crimen organizado. Las autoridades han expresado su compromiso de seguir incautando y destruyendo instrumentos utilizados para la violencia, como parte de una estrategia de seguridad integral para proteger a la ciudadanía y recuperar la paz en la región.