Xi Jinping llega a Moscú para celebrar aniversario de victoria
El presidente de China realiza una visita de Estado a Rusia y asiste a los actos por el 80 aniversario del triunfo en la Gran Guerra Patria
MOSCÚ — El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, arribó este miércoles a la capital rusa en el marco de una visita de Estado que refuerza los lazos estratégicos entre Pekín y Moscú. Su presencia coincide con las celebraciones oficiales por el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria, como se denomina en Rusia al frente oriental de la Segunda Guerra Mundial.
El viaje de Xi Jinping a Moscú tiene un doble significado: por un lado, reafirma la relación bilateral entre dos potencias que han profundizado su cooperación en los últimos años; y por otro, subraya el papel histórico de la Unión Soviética —y, por extensión, de la actual Rusia— en la derrota del fascismo en Europa.
La ceremonia conmemorativa, llevada a cabo en la Plaza Roja, incluyó un desfile militar y actos solemnes que contaron con la presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, altos mandos del Kremlin y una delegación oficial china encabezada por Xi. Durante los discursos, ambos mandatarios destacaron el sacrificio de millones de soldados soviéticos y la importancia de preservar la memoria histórica frente a lo que calificaron como intentos de «reescribir la historia».
Un mensaje geopolítico en clave histórica
La visita de Xi Jinping se interpreta también como un respaldo simbólico a Rusia en un momento de creciente aislamiento internacional debido al conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente. China, que ha mantenido una postura ambigua respecto a la guerra, ha intensificado su intercambio comercial y energético con Rusia, reforzando una alianza que muchos analistas consideran más pragmática que ideológica.
Durante su estancia, Xi y Putin sostendrán reuniones bilaterales que incluirán temas como la cooperación energética, la seguridad regional en Asia Central, y la consolidación del bloque de economías emergentes liderado por los BRICS. Según medios estatales chinos, se prevé la firma de nuevos acuerdos en materia tecnológica, infraestructura y defensa.
Historia, poder y narrativa compartida
La conmemoración del 80 aniversario del Día de la Victoria representa no solo un acto de homenaje, sino también una narrativa política que ambos países utilizan para reforzar sus posiciones en el escenario global. Para Rusia, el recuerdo de la victoria en 1945 es un componente clave de su identidad nacional; para China, es una oportunidad para proyectarse como socio respetuoso del legado histórico de sus aliados, al tiempo que consolida su influencia en Eurasia.
El simbolismo del viaje no pasó desapercibido. Las imágenes de Xi y Putin hombro a hombro ante la tumba del Soldado Desconocido evocaron una alianza forjada durante la Guerra Fría y reactivada bajo nuevas circunstancias en el siglo XXI.
Un nuevo capítulo en la relación chino-rusa
Con esta visita, Xi Jinping reafirma que China sigue dispuesta a mantener una asociación estratégica con Rusia, pese a las presiones diplomáticas y económicas de Estados Unidos y sus aliados. Ambos líderes comparten una visión multipolar del mundo, donde Occidente ya no tiene el monopolio del poder político y económico.
La relación entre China y Rusia, sin embargo, no está exenta de tensiones. Expertos advierten que, pese a la retórica de “amistad sin límites”, persisten diferencias en áreas como la hegemonía regional, la influencia en Asia Central y las dinámicas económicas asimétricas.
Aun así, la visita del presidente Xi Jinping a Moscú y su participación en uno de los eventos más significativos del calendario patriótico ruso marca un nuevo hito en una alianza que, al menos por ahora, parece sólida y mutuamente beneficiosa.